Ana y Sebastián. Este matrimonio argentino, afincado desde hace años en España, conoce bien los problemas de los emigrantes, en carne propia y ajena, por su experiencia y su trabajo profesional.
Ana trabaja en isla de la Gomera como médico, en una zona que ha recibido en los últimos meses numerosos subsaharianos que han llegado hasta la isla en cayucos, afrontando numerosas penalidades. Algunos han encontrado la muerte durante la travesía.
"El problema de la emigración no es un problema simple -afirma Sebastián en su videotestimonio-. Es una realidad social que cuenta con numerosos aspectos de carácter económico, cultural, político, etc. que conviene tener en cuenta".
"Pero un cristiano -resalta este joven padre de familia argentino, recordando las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia, en las que ha profundizado gracias al espíritu del Opus Dei- independientemente de la valoración de este problema y de sus posibles y numerosas soluciones, no puede perder de vista lo fundamental: nadie es un simple número, ni un dato más para las estadísticas del verano.
En cada persona late una ilusión, un sufrimiento, una esperanza.
Cada persona tiene la dignidad de un hijo de Dios".
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